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sábado, 14 de enero de 2012

Un alto porcentaje de rótulos del casco viejo incumple la normativa en CACERES

La colocación de un cartel de grandes dimensiones en un establecimiento hostelero de la Plaza Mayor ha abierto el debate sobre la normativa por la que se deben regir los rótulos situados en el casco viejo y sobre su cumplimiento. Todos los negocios ubicados en el centro histórico no sólo deben cumplir la ordenanza que regula la publicidad exterior en la ciudad, sino que además deben respetar las reglas recogidas en el Plan Especial de Protección y Revitalización del Patrimonio Arquitectónico, el conjunto de normas urbanísticas diseñadas para el casco histórico. Estas normas están pensadas para el recinto intramuros y, además, también se aplican al área comprendida entre la calle San Antón y San Blas y entre la Plaza de Toros y Fuente Concejo. Calles como Pintores o Moret, plazas como la de la Concepción o vías como Margallo o Barrionuevo también deben ajustarse a estas limitaciones.
El Plan Especial vigente, que se aprobó en el año 1990 y está pendiente de una revisión, dedica un apartado a describir cómo tienen que ser los rótulos en su zona de influencia. En el artículo 3.16 de este plan -que está disponible en la página web del Ayuntamiento, a través del Sistema de Información Geográfica (SIG)- se determina que «quedan prohibidos los rótulos normales a fachada y sólo se admitirán los paralelos a fachada en la planta baja, salvo cuando sean objeto de protección específica». Así las cosas, todos los carteles que están colocados en perpendicular a los edificios, a modo de banderola, no cumplen la normativa. Este tipo de rótulo abunda en calles como Paneras o Moret.
El Plan Especial también recoge cómo deben ser los carteles situados sobre la fachada y cuál es el tamaño máximo que pueden tener las letras que lo integran. «Los rótulos paralelos a fachada que se sitúen sobre macizos de obra estarán realizados con letra suelta, según modelos tradicionales existentes en el área del plan y no superarán los 40 centímetros de lado». O lo que es lo mismo: la teoría establece que las letras del rótulo deben ir directamente pegadas a la pared, sin bastidor, y pueden medir, como máximo, 40 centímetros de altura cada una. Al igual que ocurre con los rótulos en banderola, también hay un alto porcentaje de letreros situados sobre las fachadas que no se ajustan a estos requerimientos: en la calle San Antón, en San Pedro... En Pintores, a diferencia de lo que ocurre en gran parte del casco viejo, se suceden varios establecimientos que sí se ajustan a la normativa. Se trata de los locales cuyas fachadas se remodelaron en el año 2007 dentro del proyecto del Centro Comercial Abierto. Su adaptación fue sufragada por la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento. Fotos Javier, Tiendas Rojo o el centro naturista Rosal son algunos de los locales que presentan letreros acordes al Plan Especial.
La normativa diseñada para el casco viejo no dice nada de los colores que se deben emplear. Muchos establecimientos, sin embargo, lucen rótulos de letras blancas sobre fondo negro en forma de pergamino que, según la normativa vigente, incumplen algunos de los requisitos estipulados.
Dos hipótesis explican el hecho de que existan tantos establecimientos que no se ajustan a las directrices marcadas por el Plan Especial. Puede ser que algunos rótulos ya estuvieran colocados antes de la entrada en vigor de esta normativa -su aprobación definitiva se produjo el 8 de marzo de 1990- y, por tanto, se rigieran por otros criterios. Y también cabe la posibilidad de que los locales no tengan licencia definitiva de apertura, ya que el Ayuntamiento está obligado a supervisar los rótulos y comprobar que se ajustan al Plan Especial antes de conceder el permiso. A los que no lo hacen, se les obliga a cambiarlos. La picaresca lleva a los propietarios de algunos establecimientos a colocar su rótulo una vez superado el examen municipal. De esta forma, encargan el cartel sin tener que someterse a las restricciones del casco antiguo.
«Normativa obsoleta»
El Plan Especial, con más de 20 años de antigüedad, está pendiente de ser revisado. Y hay quien encuentra la normativa de rótulos un tanto ambigua, además de desfasada. «Está totalmente obsoleta. Creo que habría que establecer unas normas más actuales y plantear la creación de un comité de expertos donde haya especialistas en urbanismo y arquitectos, pero también diseñadores para este fin. Sería un trabajo interesante y muy visible para el nuevo consorcio», apunta Paco Movilla, de la agencia de publicidad y diseño gráfico Creaerte. Se refiere al Consorcio de la Ciudad Monumental, un proyecto del actual equipo de Gobierno destinado a potenciar y mejorar la parte antigua.
«La unificación y normalización de estilos hacen que se reduzca la flexibilidad de interpretación», añade Movilla, quien pone como ejemplo la estética de los rótulos de Salamanca, que comparten tipografía, diseño y colorido.

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